domingo, 11 de diciembre de 2011

7 Principios para brindarle

potencia financiera a tú Empresa

Para nadie es un secreto que un recurso indispensable para la vida de un negocio exitoso, es el adecuado manejo del dinero y con ello no me refiero únicamente al arte de saber como llevar las cuentas, sino a la manera asertiva de decidir sobre ese activo disponible de nuestra empresa. La razón de este artículo es dejar de lado la complejidad de términos y compartir algunos principios que, si se manejan como hábitos entre el dueño y administrador, asegurarán la eficiencia de ese vital recurso (La razón principal del puesta en marcha de una empresa).

Principio #1: La buena Representación
Así como un árbol al ser plantado, nuestra empresa requiere de tiempo y cuidados para poder recibir sus frutos. Si de manera impaciente lo podamos mientras esta en estado de crecimiento y desarrollo, lo convertiremos en un bonsái, o en el peor y común de los casos, se secará y morirá. De una manera menos metafórica si tú como dueño extraes los recursos metálicos o electrónicos (Dinero) más allá de la capacidad de tú empresa, pasará lo que anteriormente mencione o tú empresa no evolucionará o morirá en el intento.
Para evitar estas situaciones el dueño debe colocarse el traje de “Representante” de la empresa, o sea hacerse de mente que alguien más le encomendó el cuidado y que su deber será el de entregar las cuentas. En mi experiencia, he visto pequeños negocios crecer velozmente cuando los dueños de corazón aplican este principio. Quizás en este momento se esté preguntando ¿Cómo se logra seguir este principio?, en realidad es sencillo mucho más de lo que se imagina, asígnele al “Representante” un salario (y limitarse estrictamente a éste) que se considere justo con su trabajo, es probable y casi seguro que su socio (Si existiese) brinque y diga “que aventajado es este, sacará conclusiones infundadas que no van al caso”, pero en usted está hacerle entender el porque de esta decisión gerencial, este salario debe ser fijado y ajustado de acuerdo a la posición de la empresa, una excelente manera es fijarla de acuerdo a unos tabuladores de producción, es decir el sueldo es inversamente proporcional a la capacidad liquida del negocio. Si por ejemplo se fija un sueldo mínimo para no golpear mucho a la empresa en gastos, deberá ser ese monto y ni un céntimo más. Le recomiendo porque es algo normal en suceder, precipitarse en la compra de cosas lujosas (especialmente vehículos para uso personal), escudándose en el pretexto de que “tanto tienes tanto vales, los clientes te medirán” y cayendo por otro lado en la tonta manera de deducir impuestos porque “está a nombre de la empresa”.
A lo que quiero hacerle caer es: No sea Impaciente, ya habrá tiempo para realizar esos gastos en los que su negocio pueda cubrirlos sin castigar su liquidez necesaria para sobrevivir en un mercado empresarial competitivo.

Principio #2: Equilibre el flujo de entradas y salidas de efectivo en su empresa

Ciertamente ya todos sabemos que para que entre dinero en nuestra empresa hay dos opciones: Aporte de capital (ya sea de los socios, inversionistas, instituciones financieras o prestamos bancarios), o por aportes derivados de las ventas. Esta última opción  es la única y verdadera que hará rentable y saludable el negocio, porque si no hay entradas de dinero por ventas, cualquier aportación de dinero será como colocar más azúcar a un merengue (crema) que no sube.
Por otro lado las salidas de flujo de efectivo se categorizan en costos (compra de materias primas o de los productos que la empresa revende, etc.), gastos de operación (salarios, renta, etc.), inversiones (en maquinaria, en mobiliario, o en publicidad), y por último, utilidades (lo que haya quedado después de todas las demás salidas). Es sumamente relevante respetar esta jerarquía, al momento de dar salida al flujo de dinero, si el dinero en utilidades es usado y dejamos de lado las deudas de gastos y costos de operación, solo estamos haciendo la vista gorda de la realidad financiera del negocio, porque hemos tomado “una ganancia irreal”. En resumidas cuentas le diré: Jamás puede salir nada que no haya entrado primero. Cuando ponemos más atención a los pasivos (Salida del flujo de efectivo) que a los activos (entrada del flujo de efectivo), caemos en un garrafal error financiero, debemos cuidar el gasto excesivo, pero más importante es buscar el incremento de ingresos provenientes de las ventas.


Principio #3: La ley de la siembra y la cosecha

¿Alguna vez ha escuchado sobre esta Ley? Está ley trata de explicar que si sembramos escasamente, cosecharemos escasamente, si sembramos con abundancia, cosecharemos con abundancia. Éste principio guarda mucha relación con los dos anteriores. Como dueño o administrador usted es ejemplo para sus empleados, proveedores y clientes. Por eso, en la medida de las posibilidades de la empresa, siembre en salarios decorosos; siembre al contratar un empleado más, si la actividad así lo demanda, en vez de “negrear” más al que ya tiene; siembre en uno o dos cursos de capacitación al año; siembre en materias primas de buena calidad y en proveedores confiables (aunque no sean los más baratos), siembre en darle un pequeño extra al cliente, siembre en contratar al menos un poco de publicidad. Siembre en asesorarse por profesionales para tomar decisiones de negocio importantes o mejorar su negocio. No trato de decir que debe reinvertir TODAS las utilidades obtenidas (aunque al inicio siempre es aconsejable), pero ponga en práctica esto de sembrar en vez de querer todas las ganancias para usted manteniendo “anémica” a su empresa, y verá los resultados.


 Principio #4: No llene su Stock de mercancía o Listado de servicios que no sepa vender u ofrecer

Es lamentable hacer mención pero he visto muchas empresas (principalmente con poco tiempo de operatividad), que se colocan a cuestas muchos gastos de operación e invierten su flujo de efectivo en equipos, mobiliarios, mercancías, que no saben a quién ni como vender estos productos. Hay quienes se van de precipitados alquilan una oficina “con excelente ubicación”, adquieren un espectacular escritorio, una computadora fenomenal o una red de computadoras potentes, para llevar una formidable administración del negocio. Contratan Internet de banda ancha y compran dos líneas telefónicas (porque estaban a precios competitivos), sumado a ello poseen un bonito modelo financiero de negocio proyectado a (5) cinco años, pero ni siquiera han contado con un ingreso de flujo efectivo por ventas que compensen la salida del mismo en este hermoso proyecto. Entonces le soy cruda y le pregunto ¿Con qué piensa mantener todo eso?. Recordemos que el ingreso de flujo de efectivo proveniente de las ventas es la manera más sana de que una empresa sobreviva.
 Un ejemplo y puede sonarle extremo es preferible empezar (y le garantizo no será el primero) trabajando en casa con un teléfono celular, consultando la cuenta de correo gratis en un café Internet y con una buena (y aterrizada) idea de negocios, pero enfocándose primero en conseguir clientes y cerrar ventas, que enfocarse en comprometer el capital de la empresa antes de conseguir el primer pedido. A menos que sea un negocio abierto al público cabe destacar, unas instalaciones bonitas ayudan, pero por sí mismas no consiguen clientes. Aunque si los ingresos por ventas así se lo permiten, entonces adelante, siembre en su empresa. 
Algo muy importante y deseo que grabe en su mente es evitar las “gangas” y “ofertazos” si realmente la empresa no los necesita en ese momento. No llene a su empresa de bienes innecesarios “sólo” por la premisa de deducir impuestos y por la absurda y común idea de pensar “tenemos IVA a favor”, es verdad puede que ello le ayude fiscalmente de algún modo pero será algo de corto plazo, que vendrá acompañado de efectos perjudiciales (me refiero a consecuencias monetarias, para poder pagar multas elaboradas por fiscales)
Otra recomendación y es algo que por experiencia propia le recomiendo es EVITAR el socorrido “hágalo usted mismo” con tal de ahorrar.
Piense seriamente en que el objetivo PRINCIPAL de su empresa es GANAR DINERO vendiendo servicios o productos, no ahorrar en costos y gastos (recaemos en el punto de NO CONCENTRARSE EN LOS PASIVOS DEL FLUJO DE EFECTIVO).En teoría, las ventas pueden crecer sin límite, pero también en teoría los gastos no pueden llegar sino hasta cero. Por eso, en vez de perder (usted o su personal) excesivo tiempo tratando de aprender a hacer algo que no sabe hacer y que NO tiene porqué saber hacer, mejor páguele un precio razonable a un experto (quién seguramente lo hará mejor y mucho más rápido), y dedique ese tiempo a atender los asuntos de su negocio (INCREMENTE LOS ACTIVOS DE FLUJO DE EFECTIVO). 

 Principio #5: O bien ofertado o bien malbaratado

Este término popular usado por los negociantes distribuidores significa que NUNCA debe minimizar el valor de sus productos o servicios de su empresa, con la premisa de vender aunque sea algo. Si usted no cree en el valor real de o ofrecido, sus clientes tampoco lo harán, es algo elemental. Recordemos que el margen de ganancia es de donde se pagarán los gastos de operación, para las inversiones en el negocio, y en última instancia, para las utilidades.

Principio #6: Jamás fiar

Aunque suene populoso esto es algo importante a saber, una cosa es otorgar un crédito y otra diferente es fiar. Si tomamos la decisión de dar crédito a nuestros clientes, debemos estudiar su capacidad de pago y también estudiar la posición de nuestra empresa de asumir este riesgo, además de tomar en cuenta de que es necesario contar con alguien que se encargue de la cobranza, otorgándole “armas” para realizar su trabajo, como pagarés firmados, acuses de recibo, contratos, etcétera (porque es seguro que van a hacer falta). Si no respetamos este protocolo entonces estamos “FIANDO”, y fiar es lo más parecido a regalar nuestro producto o servicio (que por cierto, a nosotros no nos regalaron), y a la que tendremos que dedicar tiempo y dinero para cobrar (y que tal vez alguien más pudo habérnosla comprado de contado); eso nos distraerá de estar vendiendo o atendiendo el negocio. Es un grave error acabar fiando con tal de “vender”. ¡No lo haga! Usted no ha vendido en realidad su producto o servicio si no ha podido cobrar por él.

Principio #7: Tenga siempre en resguardo una reserva de dinero

Explicar este principio es muy fácil, simplemente debe considerar que toda empresa está a riesgo de tener imprevistos. Aunque en realidad ello varía de acuerdo al tamaño y razón de la empresa, recomiendo ante este principio tener como mínimo en resguardo efectivo el equivalente a 3 meses de gastos de operación como reserva de dinero. Y por favor, no los guarde “debajo del colchón”, pregunte a su banco por algún instrumento de inversión acorde a sus necesidades.

 Uno de los más grandiosos beneficios que posee aplicar estos siete principios es que inevitablemente están enfocados en proteger el CAPITAL DE TRABAJO DEL NEGOCIO, el cual ineludiblemente es como “el aceite” que permite al motor de su empresa funcionar bien y generar ingresos por ventas de bienes o servicios.

                                                                                                                

Si razonamos bien lo leído podemos concluir que tomar buenas decisiones sobre el manejo del dinero no es complicado, de ello depende hacer buen uso de excelentes prácticas de negocios, le invito entonces a tomar en consideración estos principios a su visión de negocios de largo plazo, medítelos y téngalos en cuenta la próxima vez que deba tomar decisiones sobre el flujo de efectivo de su empresa. Hasta el siguiente articulo y no olvide. ¿Quiero crecer? Debo conocer ¿Quiero emprender? Debo innovar. Un cordial y afectuoso saludo.

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