Hace un
par de años indagando sobre el poder femenino en los sistemas, me he asombrado
de encontrar las diversas razones por las que fabulosas mujeres sapientes no
han podido convertirse en líderes. Todo se escabulle al entorno social, que
lógicamente debe cambiar, creando un ambiente fértil donde puedan producirse más
líderes femeninas, de hecho siempre en los círculos empresariales se debaten entre
directivos este tópico: Las mujeres en ciertos ámbitos, son líderes poderosas.
Con
espeluznante frecuencia se pasa por alto una cruda y elemental realidad: Lo que
el Mundo necesita en este momento de tanto caos es poseer MÁS LÍDERES, en todos los peldaños, en todo tipo de organizaciones,
corporaciones ó empresas, en el gobierno, en las escuelas, en los liceos, en
las universidades, en las asociaciones o juntas de vecinos/comunales, en los
colegios profesionales, en los sindicatos, en las entidades religiosas e
incluso en las instituciones de caridad.
Las
complejidades y las crisis hacen de las suyas en todas las direcciones, no nos
atrevemos y nos acomodamos a depender de sólo pocas personas para guiarnos, sin
atrevernos siquiera a eliminar sabiamente a esos grupos que no ofrecen ni
llevan a las grandes masas a un futuro mejor, sino a su conveniencia propia.
Leyendo un libro de John Paul Kotter me encontré con su definición de liderazgo
como “La creación de una visión futuro y estrategias para producir los cambios
necesarios para lograrla, alinear a las personas alrededor de esa visión,
motivarles a superar los obstáculos y producir los cambios necesarios para
lograr esa visión”.
¿Cuántas
personas que actúen de este modo se necesitan en el mundo?
Diría
sin titubeos ¡MILLONES! y tienen que venir de todas partes.
En las
organizaciones pequeñas, medianas o grandes, debemos liberar ese potencial de
liderazgo dentro de los que estén dispuestos a conducir. Un alto gerente que
conozca de cabo a otro, la tecnología y el alto estándar que puede dar su
departamento puede ser el mejor de los socios en una empresa, los trabajadores
de primera línea se dan cuenta que los de tercera pueden ser más productivos
porque poseen más incentivos, es por eso que la mayoría de los emergentes
líderes parten desde este punto, porque son los capaces de hacer lo que otros
se congelan de hacer marcando la diferencia. El esfuerzo congela la gente la
comodidad envicia a la gente.
¿Cuáles
serían las circunstancias idóneas?
A mi
modo de apreciar las cosas, seria en medio de una cultura en la que la visión
de futuro sea claramente entendida por todas las personas involucradas. Una
cultura en la que se invite a la gente sin engaños a dar un paso adelante para
ayudar en el avance de la visión desde lo más pequeño a lo más grande, pero
hacerlo. Una cultura en la que los esfuerzos de buena fe que no funcionen no
sean vistos como barreras sino hacerle frente, retroalimentarse y examinar los
objetivos, evitar caer en el juego de que los fracasos deben ser castigados.
Una cultura en la que la transparencia sea la norma, los obstáculos por el
progreso sean compartidos. Una cultura donde ganar en pequeña o a gran escala
sea celebrada. Una cultura de liderazgo donde se extinga las frases “Eso no es
tú trabajo” o “Ese no es mi trabajo”.
Lo
puntual del caso es que las mujeres poseen una enorme e innata condición de
influir en los demás y es prominentemente desarrollada gracias a un titulo
organizacional obtenido o porque ha adquirido las habilidades necesarias,
llenas de conocimiento y confianza, llenan los entornos de condiciones donde
muchas personas pueden llevar a cabo en diversas esferas la influencia de
ellas. Mujeres que poseen la capacidad de animar, promover, sentar las bases de
comunicación y la satisfacción de necesidades, celebrando los grandes pasos dados
en el camino y no estancarse en lo contrario, las condiciones que se prestan a
que muchas personas puedan y lleven dentro de sus ámbitos grandes influencias
como:
ü
La empleada del primer turno que le pide a su Jefe que
le permita ver lo que se hace en el tercer turno, para ver ¿qué es lo
diferente? Es una actitud de Líder
ü
La Jefa que le
diga a su empleado “Excelente, hazme saber que descubres” es sin dudas un líder
que conduce.
ü
Una Supervisora que es líder cuando celebra esta
iniciativa y actúa sobre la información que encuentra la empleada que pidió la
observación entre los turnos.
ü
La
Directora de Operaciones inspira y lidera cuando invita a todos
para que cuenten esta historia a los demás
En
conclusión los hombres son grandes líderes pero las mujeres pueden liderar
porque comprenden las necesidades desde un punto más subjetivo. Pues bien, espero que este articulo le ayude a ampliar el pensamiento y le ayude a ubicarse o afianzarse en lo que al desarrollo de su empresa se refiere. Y No olvide. ¿Quiero crecer? Debo conocer ¿Quiero emprender? Debo innovar. Hasta una siguiente publicación, un cordial y afectuoso saludo
Ana María Marrazzo
Contador Público Independiente
No hay comentarios:
Publicar un comentario